Arquitectura básica de una aplicación
web
Para
que un sitio o aplicación web funcione mostrándose al público es necesaria una
arquitectura que disponga como mínimo los siguientes elementos:
El navegador: Representa el concepto de cliente realizando peticiones
solicitando recursos a diferentes servidores web a través de URL.
El Servidor: Almacena de forma organizada la estructura de la
información del sitio web para servir los contenidos en relación a las
peticiones del navegador.
El protocolo http: Es el protocolo basado en TCP/IP a través del cual el
navegador realiza peticiones al servidor para que este responda.
HTML: Es el formato básico de los documentos que componen las
páginas web, está basado en etiquetas y sirve para estructurar la forma de
mostrar los contenidos de las páginas.
CSS: Las hojas de estilo en cascada sirven para favorecer
estéticamente los elementos y contenidos estructurados a través de las
etiquetas HTML, dotándoles de personalidad en cuanto a su diseño, forma y
colores.
Tecnologías
del lado del cliente o del lado del servidor
Además
de reunir los requisitos anteriores básicos para funcionar, un sitio o
aplicación web puede crearse utilizando diferentes tecnologías que se dividen
en dos grandes categorías:
Tecnologías de cliente: Son aquellas que permiten crear interfaces de usuario y establecer comunicación con el servidor basadas en HTML, CSS y JavaScript, en este caso, el navegador actúa como intérprete.
Tecnologías de servidor: Permiten implementar comportamientos de la aplicación web en el servidor, los lenguajes de programación más utilizados son Java EE, .NET, PHP, Ruby on Rails, Python, Django, Groovy, Node.js, etc